Soy una
chica de 21 años de Granada (España).
Para mi todo comenzó como un reto, me cuestionaba preguntas tales como ¿seré capaz? ¿llegaré aprender bien el idioma? ¿me costará adaptarme? ¿cómo será la familia?...
Antes de tomar la decisión de ser Au-Pair, mi cabeza se asemejaba a una tormenta de arena...tenía muchas preguntas y ninguna respuesta, hasta que decidí dárselas yo misma.
Al
principio cuando llegué no conocía a nadie , pero luego fui conociendo a gente,
y aunque no son de mi misma nacionalidad no ha sido ningún problema para crear
una amistad con ellos.
En cuanto a mi tiempo libre lo intento administrar lo mejor posible para hacer algo de deporte, quedar con los amigos, ir a la academia etc., si te sabes organizar hay tiempo para todo.
Poco a poco me habituo a mi rutina, aunque es difícil hablar de rutina cuando tratas con niños, ya que cada día es diferente, unos son mejores y otros días son peores, pero nada que no se pueda sobrellevar siempre y cuando te gusten los niños y tengas algo de paciencia.
Ahora mismo llevo tan sólo tres meses y por lo que estoy viviendo no me arrepiento de haber venido. Además he de decir que aquí cuento con el apoyo de la agencia Hallo AuPair. Es un alivio saber que puedes contar con alguien y que te entenderá. - Anotación de Hallo AuPair: Y la próxima llamada la tendremos en alemán!! :-)
Conforme pasan las semanas voy notando que cada vez hago las cosas mejor y que voy aprendiendo cada día más, tanto como persona como en el idioma y eso me hace sentir una gran satisfacción. Esta es una de las razones por la que os animo a que viváis esta experiencia, os enriquecerá mucho en todos los sentidos.
Besos Lorena :)
Para mi todo comenzó como un reto, me cuestionaba preguntas tales como ¿seré capaz? ¿llegaré aprender bien el idioma? ¿me costará adaptarme? ¿cómo será la familia?...
Antes de tomar la decisión de ser Au-Pair, mi cabeza se asemejaba a una tormenta de arena...tenía muchas preguntas y ninguna respuesta, hasta que decidí dárselas yo misma.
Cuando
emprendí mi viaje estaba emocionada, porque sentía que iba a vivir algo nuevo y
seguramente inolvidable y por otra parte estaba asustada, ya que no sabía a lo
que realmente me enfrentaba y si a eso le sumamos que no dominaba nada el
idioma (me refiero a no saber ni decir buenas noches en alemán), mi pregunta de
¿seré capaz? se estaba "tambaleando bastante", mi barriga era lo más
parecido a un manojo de nervios.
Bien, cuando llegué al fin al aeropuerto, el recibimiento de la familia fue muy bueno y eso me hizo estar más tranquila. Los primeros días de adaptación fueron bien, los problemas surgieron más adelante con la convivencia. Con estos problemillas aprendí que la comunicación es esencial, y que aunque no domines el idioma debes hacer llegar a la familia todas tus dudas, ya sea desde como funciona el lavavajillas hasta que debo hacer cuando la peque se pone a gritar (por poner un ejemplo, aunque en mi caso suele darse a menudo jaja). Cuanta más comunicación haya entre todos mejor será la convivencia.
Bien, cuando llegué al fin al aeropuerto, el recibimiento de la familia fue muy bueno y eso me hizo estar más tranquila. Los primeros días de adaptación fueron bien, los problemas surgieron más adelante con la convivencia. Con estos problemillas aprendí que la comunicación es esencial, y que aunque no domines el idioma debes hacer llegar a la familia todas tus dudas, ya sea desde como funciona el lavavajillas hasta que debo hacer cuando la peque se pone a gritar (por poner un ejemplo, aunque en mi caso suele darse a menudo jaja). Cuanta más comunicación haya entre todos mejor será la convivencia.
Está claro que no es una tarea fácil y de hecho para mi no lo es,
pero de eso se trata el reto. Ahora yo noto como los niños (la
pequeña de 8, la mediana de 11 y el grande de 14 años) tienen más confianza en
mi y cuentan más conmigo, por ejemplo: a la hora de ver una película
me avisan, damos juntos vueltas con la bici, a la pequeña le encanta dar
volteretas y muchas veces me llama para que le ayude e incluso me he visto
haciendo una que otra... jaja pero bueno, de eso se trata, de estar con ellos,
ganarse su confianza y aprender con ellos.
En cuanto a mi tiempo libre lo intento administrar lo mejor posible para hacer algo de deporte, quedar con los amigos, ir a la academia etc., si te sabes organizar hay tiempo para todo.
Poco a poco me habituo a mi rutina, aunque es difícil hablar de rutina cuando tratas con niños, ya que cada día es diferente, unos son mejores y otros días son peores, pero nada que no se pueda sobrellevar siempre y cuando te gusten los niños y tengas algo de paciencia.
Ahora mismo llevo tan sólo tres meses y por lo que estoy viviendo no me arrepiento de haber venido. Además he de decir que aquí cuento con el apoyo de la agencia Hallo AuPair. Es un alivio saber que puedes contar con alguien y que te entenderá. - Anotación de Hallo AuPair: Y la próxima llamada la tendremos en alemán!! :-)
Conforme pasan las semanas voy notando que cada vez hago las cosas mejor y que voy aprendiendo cada día más, tanto como persona como en el idioma y eso me hace sentir una gran satisfacción. Esta es una de las razones por la que os animo a que viváis esta experiencia, os enriquecerá mucho en todos los sentidos.
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